Biofábrica escolar revoluciona la agricultura en Atacama
Estudiantes y profesores del Liceo Bicentenario Ramón Freire Serrano de Freirina visitaron la biofábrica escolar de agentes de control biológico de plagas de la Escuela Familiar Bicentenario de Excelencia.
10 de diciembre de 2025
Alumnos y docentes del Liceo Bicentenario Ramón Freire Serrano de Freirina visitaron la biofábrica escolar de agentes de control biológico de plagas de la Escuela Familiar Bicentenario de Excelencia Agrícola Valle del Elqui, ubicada en la localidad de Gabriela Mistral comuna de La Serena, con el objetivo de conocer de primera fuente cómo se desarrolla la crianza y masificación de insectos benéficos utilizados para el control biológico de plagas en la agricultura. La actividad cobra especial importancia para la Región de Atacama, ya que ese establecimiento contará próximamente con su propia unidad de producción, impulsada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, siendo la primera en la Región de Atacama, gracias al apoyo financiero del Gobierno Regional de Atacama, a través del proyecto de Agricultura Familiar Campesina.
Durante el recorrido, los alumnos observaron el trabajo que realizan sus pares en un laboratorio que funciona íntegramente gracias al protagonismo estudiantil. Allí se crían insectos que luego son liberados en los cultivos, ofreciendo una alternativa sostenible al uso de plaguicidas de síntesis. Esta experiencia ha permitido integrar el control biológico de plagas al currículum, transformándola en un espacio pedagógico donde el conocimiento teórico de biología, matemáticas, ecología o zoología se aplica directamente en terreno.
Alejandro Layana, investigador de INIA Intihuasi y líder del proyecto, subraya el valor formativo y regional de la jornada. “Lo importante es que los estudiantes y la comunidad escolar del Liceo de Ramón Freire de Freirina puedan conocer, in situ, como funciona un proceso real de masificación de insectos benéficos para la agricultura. Este proyecto nació en la Región de Coquimbo y se va a replicar en la Región de Atacama. Por eso quisimos que vivieran de primera fuente el proceso técnico y conocieran cómo este liceo logró integrar el control biológico dentro de su currículum educativo”, señaló.
Según detalla, el aprendizaje práctico permite a los alumnos planificar ciclos productivos, comprender el comportamiento de los insectos y unir contenidos de distintas asignaturas.
De igual manera, para el equipo directivo de Freirina, la experiencia marcó un punto de partida. Jean Pérez, coordinador de especialidades, destaca que “los alumnos conocieron la instalación, el proceso y la estructura de aprendizaje al escuchar a estudiantes explicar el funcionamiento de la biofábrica con sus propias palabras, demostrando un aprendizaje profundo y motivador”, valoró.
Desde la biofábrica anfitriona, Felipe Bravo, encargado de producción, valoró que jóvenes de otra región conozcan un modelo que ya muestra resultados beneficiosos. “Nos parece muy atractivo recibir visitas de estudiantes provenientes de liceos agrícolas, especialmente de Atacama, donde se replicará el proyecto. Confiamos en INIA y en el investigador Alejandro Layana en que este proyecto va a llegar a buen puerto, beneficiando directamente a los estudiantes y fortaleciendo su currículum al egresar”, destacó.
El gerente del programa IFI Frutícola de Atacama, Felipe Ventura, también considera que esta articulación entre los liceos y la ciencia resulta fundamental para el futuro regional. “La agricultura debe avanzar hacia sistemas mucho más sostenibles. Utilizar enemigos naturales es el camino, porque permite reducir aplicaciones químicas y avanzar hacia una agricultura más verde. Sabemos que es un trabajo complejo y largo plazo pero si se desarrolla junto a escuelas que lo puedan replicar es tremendamente beneficioso”, valoró el profesional.
Siguiendo esta línea, los propios estudiantes destacaron la instancia; Aníbal Pizarro alumno Escuela Agrícola Familiar Valle del Elqui valoró compartir su experiencia con otros jóvenes “me parece increíble porque así podemos dar a conocer esta alternativa que es mucho más sustentable y sostenible que ocupar plaguicidas que afectan la salud. Esto puede ayudar no solo Coquimbo sino también Atacama todas las regiones agrícolas” comentó.
La instalación una biofábrica en Freirina marco del proyecto AFC (Agricultura Familiar Campesina) INIA ejecuta permitirá Región Atacama forme por primera vez técnicos agrícolas especializados control biológico disciplina encuentra alza país requiere alta demanda profesionales representando alternativa concreta avanzar hacia una agricultura sustentable zonas áridas. Como planteado Layana trabajo estas unidades escolares contribuyen desarrollo capacidades científicas generan conocimiento aplicado directamente beneficio territorios.
