El cansancio por la mañana suele indicar que nuestros hábitos de sueño nos están privando del sueño reparador que nuestro cuerpo necesita para funcionar al cien por cien.
A veces, está relacionado con ciertas dolencias tanto físicas como psíquicas. Otras veces, con algún déficit de vitaminas o minerales.
Llevamos una vida marcada por los horarios de clase y trabajo y nuestro cuerpo está obligado a mantener una actividad casi constante.
En este post te contamos cómo identificar la causa del cansancio recién levantados y, por supuesto, cómo ponerle fin.
1. Levantarse cansado y sin energía, causas y soluciones
El estilo de vida es uno de los factores fundamentales a tener en cuenta para evitar la fatiga. La actividad diaria tiene un gran impacto en el momento de conciliar el sueño.
Incorporar pequeñas rutinas saludables en el día a día, puede ser la clave para descansar sin problemas. Te contamos las más importantes.
Elimina la cafeína al menos 5 horas antes de acostarte
Es el tiempo que necesita nuestro cuerpo para eliminarla y, en algunos casos, puede tardar más en metabolizarla. Intenta no consumir cafeína por la tarde porque, aunque no lo notes, puede impedirte dormir bien. Lo mismo ocurre con la teína que contiene el té, una sustancia que químicamente es la misma molécula que la cafeína.
Nada de dispositivos electrónicos
Se ha demostrado que mantenerse en estado de alerta dificulta el sueño. Ver la televisión o usar el móvil o la tablet justo antes de acostarse, puede generar problemas para conciliar el sueño.
La luz que emiten las pantallas inhibe a producción de la hormona del sueño (melatonina), impacta sobre nuestro ritmo circadiano (que es el encargado de sincronizar el ciclo diario de vigilia-sueño) y aumenta el estado de alerta.
Cuida tu entorno de descanso
Para conseguir un sueño reparador hay que sentirse cómodo y tu dormitorio debe ser tu santuario del descanso.
Procura dormir a oscuras o con muy poca luz para no interferir en los patrones del sueño. La temperatura de tu cuarto es también importante para no provocar “microdespertares” que puedan perturbarte.
Una temperatura ambiente de entre 18 y 22º C es ideal, así como mantener la humedad adecuada para respirar de manera óptima.
Si el entorno en el que duermes es seco, un humidificador te ayudará. Ten en cuenta que la humedad ideal está entre el 50% y el 70%.
Desconecta y relájate
Las preocupaciones diarias son un mal aliado para iniciar y mantener el sueño. Es importante dejar de lado el estrés y para ello, puedes probar a darte una ducha caliente antes de acostarte, tomar una infusión, meditar…
Evita el ejercicio justo antes de dormir
Es bueno practicar alguna actividad física durante el día, pero no poco antes de irte a la cama. El ejercicio estimula el sistema nervioso y para descansar debes sentirte calmado y relajado.
Si quieres descansar de verdad es importante que establezcas un horario lo más fijo posible para acostarte y despertarte, incluso los fines de
Mantener unos horarios regulares te beneficia
Si quieres descansar de verdad es importante que establezcas un horario lo más fijo posible para acostarte y despertarte, incluso los fines de semana.
Es la manera de evitar que tu ritmo circadiano se desajuste. Un patrón de sueño coordinado es sinónimo de sueño de calidad.
2. Otras dolencias que nos hacen sentir cansados
En otras ocasiones, los motivos que nos hacen sentir cansados están relacionados con algún tipo de patología médica o carencia de nutrientes.
A veces es difícil identificarlas y, a primera vista, pasan desapercibidas. Por eso, siempre es conveniente consultar con nuestro médico la falta de vitalidad o energía en el día a día.
Alguna de las razones de este tipo por las que te despiertas cansado son:
Anemia
Es una condición en la que tenemos bajo el nivel de glóbulos rojos. La anemia está relacionada en algunos casos con un bajo suministro del oxígeno que llega a las células y tejidos de todo el cuerpo.
Perdida de sangre
También puede deberse a una pérdida de sangre por razones ginecológicas o por una dieta pobre en nutrientes esenciales, que impide que el organismo produzca suficiente hemoglobina.
Algunas de las funciones del cuerpo se ven alteradas por esta condición. Sentirse cansado es un síntoma habitual de la anemia, a pesar de dormir lo suficiente tanto en cantidad como en calidad.
Deficiencias en la alimentación
Tener niveles bajos de vitamina B12 es otra de las razones por las que podemos sentirnos cansados.
Y es que la vitamina B12 es un nutriente importante para mantener la disponibilidad de la energía.
Alimentos ricos en vitaminas y minerales
Algo parecido ocurre con vitamina B1 o tiamina. Es esencial para obtener la energía que necesitamos de los alimentos. El arroz integral es una excelente fuente natural de esta vitamina.
Astenia estacional
Se produce sobre todo en primavera y otoño y sus síntomas son debilidad tanto física como intelectual.
Es esa sensación de que no podemos con nuestro día a día y suele ser pasajera. Aparece porque nuestros biorritmos tienen dificultad para adaptarse a los cambios de estación.
Normalmente pasa en unos días o pocas semanas. Y si se prolonga, debemos consultar con nuestro médico.
Fatiga crónica
Aunque sus causas son desconocidas, algunos estudios apuntan a que podría estar causada por una inflamación del sistema nervioso.
Otras investigaciones señalan que se presenta tras una infección vírica que se complica al producirse una respuesta inmune inadecuada. También se apuntan factores como la predisposición genética, la edad, el medio ambiente…
Estrés
Unos de los principales ladrones de energía. El estrés incrementa los niveles de adrenalina y cortisol y debilita el sistema inmunitario.
Un exceso de estas hormonas interrumpe nuestro ciclo de 24 horas natural y provoca microdespertares o nos hace estar alerta durante la noche. El resultado es un sueño de mala calidad que nos pasa factura al despertar… agotados.
De nuevo, hay que pedir consejo a un profesional de la salud.
3. Levantarse cansado y dolorido, causas y soluciones
Las dolencias físicas son otro de los motivos por las que nos levantamos cansados.
El dolor de espalda y cuello son las más habituales. Aunque se trata de un problema muy extendido y del que conocemos muchas de sus causas, no existe una solución definitiva.
Lo que sí sabemos es que hay factores de riesgo que hacen que unas personas sean más propensas que otras a sufrir dolor durante el descanso.
Por suerte, también existen una serie de recomendaciones cuya eficacia está demostrada. Dormir sobre un colchón apropiado es una de ellas.
Es importante dormir sobre un colchón que ofrezca el apoyo y sostén adecuado a nuestras piernas, caderas, cintura y hombros.
De este modo la columna vertebral se libera de tensiones y descansa sin generar dolor
De la misma manera, la almohada tiene que alinear cabeza y cuello con la columna. Por eso debe ser de nuestra talla para que la cabeza quede bien posicionada y los músculos cervicales se relajen.
Si tienes dolor de espalda y tu colchón está deformado o te hundes en él, debes cambiarlo por otro que te proporcione el soporte adecuado. Nos referimos a un colchón es que mantenga alineada tu columna.
Tu espalda está bien alineada cuando la cabeza no está ni caída ni demasiado alta, y cuando el colchón cede lo necesario para que se hundan un poco tus hombros y cadera, de forma que la columna quede recta.
La elección de un buen equipo de descanso (almohada, colchón y somier) es esencial porque te permitirá mantener una postura natural y relajada, principio básico de todo buen descanso.