El 4 de septiembre, el constituyente Rodrigo Rojas, quedó en evidencia y tuvo que reconocer que no tenía cáncer durante una entrevista con La Tercera, enfermedad que era su bandera de lucha durante el “Estallido Social” de octubre de 2019 y de su campaña para participar de la Convención Constitucional. Supuesto padecimiento por el cual, además, solicitó un millonario préstamo bancario de 27 millones de pesos para un tratamiento de quimioterapia al que nunca se sometió.
El ex miembro de la Lista del Pueblo, dijo el 20 de septiembre pasado que no iba a aceptar dinero por los días no trabajados sin justificación, y que apenas existiera el mecanismo para presentar una renuncia formal, lo haría.
Pero a más de dos meses desde que se desató la polémica, la mesa directiva de la CC, en representación de su presidenta Elisa Loncon, confirmó que el convencional aún no presenta su renuncia al órgano, esto en respuesta a un oficio que envió un grupo de siete constituyentes, solicitando saber, de manera formal, si es que Rodrigo Rojas Vade había puesto su cargo a disposición.
Hasta la fecha, el Congreso aún no aprueba una reforma constitucional que autorice la renuncia formal de un integrante de la CC, y así solucionar el vacío legal que existe sobre este tema.
Además, el subsecretario de Segpres, Máximo Pavez, informó que el Gobierno tiene la obligación de cumplir con la Constitución, es decir: “alguien que es convencional tiene que recibir las 50 UTM -más de dos millones de pesos- de su dieta”.