5 de febrero de 2021
Quien tiene una mascota, tiene un auténtico tesoro, y los beneficios de que los niños crezcan con una a su lado, son múltiples. Los expertos reconocen que incorporar un 'peludo' a la familia tiene múltiples beneficios para ellos. Les ayuda a ser responsables, a mantenerse activos... y, sobre todo, se convierten en grandes (y queridos) compañeros de juego.
Aunque hay numerosos animales de compañía, hay algunos que son más apropiados que otros, atendiendo, también, a su edad. Te lo contamos.
Un nuevo miembro en la familia que no es un juguete
Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, nos comenta que, sobre todo en estas fechas, es muy importante que los padres tengan claro que no están incorporando esa mascota a la familia para su hijo. Es decir, que no es un juguete, sino que se trata de un nuevo miembro de la familia, que, en el caso del perro, por ejemplo, podrá estar con ellos más de diez años.
Por ello, el experto explica que lo que tienen que hacer antes de adoptar a la mascota es reflexionar y preguntarse qué harían si no estuviese su hijo, ¿lo adoptarían igualmente? "La respuesta debería ser afirmativa. El niño no debe ser el único motivo por el que se plantean adquirir una mascota", asevera.
Además, alerta que esa mascota va a suponer un coste económico (como la comida, las visitas al veterinario...) y va a alterar el estilo de vida de la familia, por lo que debe encajar con su ritmo, y, sobre todo, interiorizar que tendrán que hacer actividades compartidas. Si no están dispuestos a asumir estos cambios, entonces, lo mejor es que no incorporen al animal.
Responsabilidad, compañía... estos son algunos de los beneficios de incorporar una mascota a la familia
Una mascota, además de ser un miembro más en la familia, trae muchos aspectos positivos para los más pequeños. Algunos de ellos, como nos señalan Sònia Sáez, veterinaria y Brand Manager de Purina Corporativo, y Federica Burgio, responsable científica de animales de compañía en MSD Animal Health, son:
- Compañía constante. La mascota está ahí siempre, tanto en los malos como en los buenos momentos. De hecho, en el caso de los perros, se ha demostrado que cuando los niños están tristes, enfadados o asustados, recurren antes a sus mascotas que a sus padres. Además, acariciarlos y abrazarlos alivia el estrés y ayuda a relajarse.
- Estilo de vida más activo. Los perros, los gatos, los hámsters, los conejos... aunque no lo parezca, los niños tienen que andar detrás de ellos, lo que propicia que estén moviéndose de un lado a otro.
- Aprenden a ser responsables. Tienen que asegurarse de que tienen comida, agua, en el caso de que estén en una jaula, que está limpia...
- Mayor empatía y autoestima. Al cuidar de un animal, desarrollan un mayor nivel de compasión y empatía, así como de autoestima, ya que, al fin y al cabo, son ellos los encargados de cuidarles.
- Aprenden a gestionar la frustración. Las mascotas son compañeras de juego, pero no siempre hacen lo que queremos, por lo que educa de forma positiva a respetar.
- Beneficios para la salud. La veterinaria apunta a que existen estudios que han demostrado que los bebés que se han criado con una mascota enferman mucho menos en su primer año de vida, y que mejora su sistema inmunológico. Además, se ha descubierto que los niños que crecen con perros tienen menos riesgo de desarrollar alergias.
- Aumenta la felicidad. La interacción con animales aumenta los niveles de serotonina y dopamina, que son los componentes químicos de los sentimientos positivos.
Hay que garantizar su bienestar
"Un perro, un gato, una cobaya... necesitan tener elementos en el entorno que les permitan una buena adaptación. Es decir, que su entorno tiene que garantizar su bienestar", nos comenta Jaume Fatjó. Lo que se conoce como enriquecimiento ambiental.
Resalta que, aunque la mayoría de personas tienen claro que necesita un entorno adecuado y correcto, lo que se suele olvidar es que éste tiene que garantizar que pueda comportarse como otros de su especie, "que puedan mostrar conductas que lo hacen sentir bien", en definitiva.
Así que, por ejemplo, a pesar de que el hámster tenga su jaula, necesitará salir fuera de vez en cuando. Y, de cara a estas Navidades, Sònia Sáez extiende otras recomendaciones como tener cuidado con los árboles y la decoración de Navidad (manteniéndolo fuera de su alcance), las luces y cables, las plantas y flores... Y aconseja no disfrazarles porque son animales, no humanos, así que no hay que tratar de humanizarlos.
Conejos
Los conejos son de los animales máscodiciados, y no es extraño, ya que su aspecto adorable y tranquilo les resulta irresistible.
Sin embargo, no son aconsejables para los más pequeños, dado su carácter. Algunos son un tanto peculiares, y no les gusta que les toquen en exceso. Así que es mejor que se coja uno cuando el niño tenga, al menos, unos seis años y pueda comprender que no hay que estar molestándole siempre. Es más, estos animales necesitan tiempo para descansar y estar tranquilos para que se sientan cómodos.
Además, requieren bastante espacio (por lo que hay que dejarles que estén al aire libre), y limpiar su rincón con mucha frecuencia.
Gato
Los gatos son recomendables a cualquier edad. Eso sí, Federica Burgio, responsable científica de animales de compañía en MSD Animal Health, nos explica que lo verdaderamente importante no es la raza, sino la edad del gato cuando se toma la decisión de adoptarlo.
Para no encontrar en casa un animal solitario e independiente, que odia la confusión y no le gusta que lo toquen, es necesario considerar que el carácter está determinado tanto por el de los padres como por las experiencias vividas. El gato que ha tenido una existencia difícil, o el gatito que se separa demasiado pronto de la madre, pueden volverse nerviosos y poco sociables, mientras que un contacto positivo con otros gatos y con las personas, les ayudan a socializarse y a desarrollar la capacidad de relacionarse.
Sin embargo, resalta que en las protectoras también hay adultos necesitados de cariño, quizás ya acostumbrados a respetar las reglas de una buena educación felina.
Un gato que ya no es muy joven, que puede haber sufrido el abandono después de vivir la vida familiar, se adapta con facilidad y sabe expresar su gratitud con una dulzura extraordinaria.
Hámster
Los hámster no son aconsejables para los niños muy pequeños, ya que, al no ser conscientes de su delicadeza, pueden apretarles demasiado al cogerles o incluso molestarles.
No obstante,
en cuanto el niño crezca un poco, en torno a los 6-7 años, puede ser una excelente opción, ya que son muy inteligentes, y ver cómo corren en la rueda o construyen su propio refugio con algodón les encantará.
Eso sí, hay que tener en cuenta que tienen una esperanza de vida corta, entre dos o tres años.
Perro
Sin lugar a dudas, es una de las mascotas más populares, y tener uno en casa encaja a cualquier edad. De hecho, hay investigaciones que han demostrado que tiene efectos positivos incluso cuando el bebé se encuentra en el vientre materno.
En cuanto a qué razas son las mejores, la veterinaria Sonia Sáez nos recomienda las siguientes, tanto para niños como para adolescentes:
- Golden Retriever. Su temperamento cariñoso hará que esté encantado con pasar tiempo junto a los niños pequeños, y su tamaño lo vuelve resistente a cualquier juego que se presente .Pero una de las características que debemos destacar es su “mordida suave” la cual es tan delicada que permite, por ejemplo, que cargue un huevo en su boca sin romperlo. Es un perro 'niñero' perfecto, que suele adaptarse bien a la vida en familia, y al que le encanta participar en todas las actividades, tanto dentro como fuera de casa.
- Beagle. Lo recomienda para preadolescentes y adolescentes que estén más interesados en jugar activamente , dado que cuenta con la energía suficiente para seguirle el ritmo de juego a un niño hiperactivo.
- Pastor alemán. Algunas de las características que definen a este perro son su inteligencia y sentido de protección, por lo que su educación será sencilla para que pueda acompañar y proteger a cualquier niño pequeño. Su tamaño y carácter tranquilo lo hacen tolerante a las travesuras que pudiera hacerle el infante.
- Gran danés. Ideal para los mayores de cinco años, puesto que su tamaño le permite participar en múltiples juegos. Además, su temperamento gentil y su tendencia a proteger a los pequeños lo mantendrán encantado con su pequeño amo. El gran danés es un perro cariñoso, y puede llegar a sentirse muy unido y ser muy fiel a su familia, así como a los allegados íntimos, y encaja perfectamente en una familia activa.
- Bóxer. A pesar de su apariencia musculosa y seria, el bóxer es una de las razas más juguetonas que hay, por lo que será un compañero de juegos ideal para cualquier niño, ya que su corpulencia lo hace resistente a la curiosidad de los pequeños. Aunque posee un carácter alegre, aun con extraños, nunca olvida su sentido de perro guardián.
Canarios y periquitos
Los canarios y los periquitos son los mejores para los niños pequeños, puesto que les define su carácter sociable y 'hablador'. De hecho, llenarán la casa con sus agradables sonidos, y a los pequeños les encantará oírles cantar.
En el caso del periquito, se suele aconsejar que se le dé una pareja, ya que se sienten mejor en compañía. Eso sí, tened cuidado porque sólo se sienten cómodos con los de sus misma especie, con los que estarán en constante contacto.
Peces
Los peces son unos animales muy delicados, por lo que lo más aconsejable es que, si se quiere que los niños se hagan cargo de ellos, tengan, al menos, ocho años. La limpieza del acuario y calcular la dosis de comida exacta que requieren son dos aspectos fundamentales, ya que, de lo contrario, podría peligrar su existencia.
Unos de los más vistosos son los guppies, puesto que su explosión de color suele hacerlos muy atractivos para los niños.
Otra opción que sopesan las familias son las tortugas, pero, una vez más, hay que tener en cuenta que requieren muchísimos cuidados. Hay que controlar desde la temperatura hasta la iluminación, por lo que, probablemente, los niños necesiten ayuda a la hora de cuidarlas.